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Sibiu

Sibiu era originalmente una colonia romana; La ciudad vieja se extiende desde la Plaza de la República, cerca de la cual está el Museo Brukenthal que guarda una fina colección de pinturas rumanas y obras de los pintores flamencos Peter Rubens (1577-1640) y Anthony Van Dick (1599-1641).

Importante ciudad industrial y turística de Transilvania en Rumania, situada 210 km al noroeste de Bucarest.




Sibiu es una de las más importantes ciudades de Transilvania en Rumania, capital del departamento con el mismo nombre, a orillas del río Sibiu, y es una de las ciudades rumanas que mejor conservan su trazado medieval.



por tanto Sibiu es uno de los mejores conjuntos arquitectónicos que se conservan en Rumanía, ya que permanecen en pie sus murallas y fortificaciones, y están rodeadas por estrechas calles, pequeñas plazas y casas con techos rojos y ventanas de buhardillas. Paseando por Sibiu se puede ver las antiguas fachadas percudidas de las casas, tejuelos de hierro que anuncian comercios antiguos, las pátinas de óxido tiñendo las paredes, los empedrados sueltos de las calles, las viejas puertas de madera, todo resumiendo la esencia del medievo.


Fue fundada por colonos alemanes, quienes le dieron el nombre Hermannstadt, en el siglo XII. Algunos ciudadanos de etnia alemán viven aún allí y parte de su arquitectura es germánica. Sin duda alguna, Sibiu es una de las ciudades rumanas que se ha de pasear: Calles peatonales y casas señorial

es con unas fachadas espléndidas, laberinto de calles escalonadas flanqueadas por casas de madera, es toda una experiencia para el viajero que quiere conocer la ciudad de Sibiu.

La ciudad es atravesada por el río Cibin, así como también por algunas rutas de relevancia nacional e internacional. Sibiu es también un punto neurálgico para el transporte ferroviario de Rumania, ya que constituye un punto de intersección de las vías que van en sentido este-oeste, y de aquellas en sentido norte-sur.


La ciudad es también un importante nodo de la red ferroviaria rumana CFR, y está vinculada con Braşov, Râmnicu Vâlcea, Alba Iulia y Mediaş. La ciudad cuenta con un Aeropuerto Internacional, el cual tiene conexiones diarias con Alemania, Italia y Austria. El sistema de transporte de la ciudad, denominado Tursib, opera una línea de tranvías que llega hasta Răşinari, 5 líneas de trolebús y 20 de autobuses. Sibiu es también un centro importante para las líneas internacionales de autobuses.
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Rumanía tiene razones para celebrar, desde el 1 de enero es miembro de la Unión Europea y también es la anfitriona de la Capital Cultural Europea 2007, que este año corresponde a Sibiu Y para conmemorarlo se han preparado muchas exposiciones, creado entornos urbanos favorables, planeado charlas con arquitectos y urbanistas reconocidos a nivel mundial y renovado la ciudad bajo una atmósfera mucho más europea.

La pequeña ciudad de Sibiu, ha sido el centro de muchos conflictos, y ahora en este nuevo siglo intenta cambiar su orientación y convertirse en un centro cultural. La ubicación de esta fortificada ciudad al pié de los Cárpatos, la hace una parada obligada en viajes entre las capitales valacas, el Maramures y Cluj Napoca.
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La ciudad de Sibiu y sus alrededores son una de las regiones más visitadas de Rumanía. Tiene uno de los emplazamientos históricos mejor preservados del país, ya que muchas de sus fortificaciones medievales han sido mantenidas en excelente estado.

El casco antiguo ha comenzado el proceso para convertirse en Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en 2004.

Sibiu se divide en dos zonas, la parte alta también llamada Hermann originada en la repoblación de la zona por los sajones y Sibiu, la parte baja a orillas del río Cibin, que data de los tiempos romanos. La visita más imprescindible de la ciudad es la Galería de Arte Bruckenthal.

Se trata del segundo museo más importante de Rumania y cuenta con más de 1.100 obras, casi todas ellas del renacimiento y barroco italiano y flamenco. Sibiu es una bella ciudad, con calles perdidas y casas en colores pasteles. Es preciso visitar tanto el Museo de la técnica popular al aire libre como el Museo de arte Bruckenthal.
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Lo mejor que se puede hacer en esta ciudad es caminar sin rumbo, perderse por sus calles recorriendo toda su parte antigua, deambulando por su centro, la Piata Mica (pequeña) y Mare (grande), por la zona sur delimitada por las antiguas murallas o por la zona norte, por el borde del río Cibin.

De esta manera nos introduciremos en una ciudad que nos retrotrae fácilmente al medievo centroeuropeo, sin apenas distracciones que nos recuerden que estamos en el S. XXI. En este trazado de aspecto germánico elementos góticos, bastiones y torres cohabitan en armonía con residencias y palacios puramente barrocos, creando un ambiente único.
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Sibiu por su situación geográfica, era una de las ciudades mejor fortificadas de toda Transilvania. Así se comprueba siguiendo el paseo existente junto a las murallas, por el interior de la ciudad vieja, entrando en ella por alguna de las numerosas puertas que antaño eran la entrada a la urbe y que hoy unen la parte moderna con la histórica.

Caminando por este paseo nos vamos encontrando con los diferentes bastiones defensivos e, incluso, podemos ir de uno a otro mediante un pintoresco pasaje de madera, que se está rehabilitando para la capitalidad cultural.
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Desde ahí se puede empezar la subida hacia el centro. Por las callejuelas más antiguas, angostas y llenas de sorpresas, podemos detenernos a contemplar algunas antiguas iglesias de varios ritos ortodoxos y católicos o entras en alguno de los museos que salpican el recorrido.

También se puede optar por acceder al centro por alguna calle con aspecto más moderno, repletas de estudiantes dada su cercanía a varios centros educativos.

Callejeando se llega a las dos plazas que constituyen el corazón de Sibiu – Hermannstadt. La primera es la Piata Mare, la plaza grande. Realmente causa una impresión bastante peculiar: fachadas de colores pastel, con un estilo que parece sacado de cuentos infantiles, con tejados con amplios voladizos abuhardillados, cuyas ventanas asemejan ojos que observan la vida que pasa por allí.


También se contemplan la Iglesia Reformista y, enfrente, la Casa Haller, una de las más antiguas de Sibiu.


Destaca también la Torre del Concejo, que alberga un pequeño museo, aunque su atractivo principal es la vista que nos ofrece desde su última planta.
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Por último, la joya de la Plaza y de la ciudad, la Galería Bruckenthal. El Barón Samuel Von Bruckenthal, gobernador de Transilvania en el S.XVIII, es una figura omnipresente en la localidad. Numerosos museos llevan su nombre pero, en particular, le debemos el de la Piata Mare. Hizo construir un impresionante Palacio barroco y, como gran aficionado al arte, reunió en él cerca de 1100 telas y una gran biblioteca .
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Saliendo de esta Plaza, por un pasaje cubierto junto a la Torre del Concejo, se llega a la Piata Mica, una pequeña delicia llena de tranquilidad.

Sentados en algún café podemos disfrutar del conjunto de casas de los S.XV y XVI, antiguas tiendas pertenecientes a los gremios de artesanos.
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Detrás de ésta, por el Pasajul Scarilor, una escalera medieval adosada a las fortificaciones, bajamos hacia el rió, atravesando un mercado moderno pero lleno de vida y que es visita obligada para poder conocer el carácter y el modo de vida de sus habitantes.

Evidentemente, todo esto puede verse en una simple visita relámpago para los que tienen más prisa, pero si se quiere captar la esencia de la ciudad, camine y pasee, sin prisas, conozca a los habitantes y permanezca allí sin prisa.

Sibiu y sus alrededores cuentan con varios museos, entre los que se incluyen 12 instituciones dedicadas a las colecciones de arte y exhibiciones con temáticas diversas como las artes decorativas, la arqueología, la antropología, la historia, la arqueología industrial y la historia de la tecnología.

El excelente emplazamiento de la ciudad permite la realización de excursiones a aldeas montañeras, como por ejemplo Sibiel, aldea donde se halla un impresionante museo de iconos. Más allá, cerca de Deva, esta el Castillo Hunyadi, reconstruido al siglo XV en estilo gótico por el príncipe Iancu de Hunedoara. Éste le adornó con torres y contrafuertes que hacen pensar a los castillos del Loira.
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La belleza de Sibiu puede ser entendida con todo su encanto si visitamos también sus alrededores.

A unos 15 km de Sibiu, la pequeña comuna de Ocna Sibiului. Conocida por los romanos por sus tratamientos termales; numerosos lagos alados cuyo índice de salinidad es tal que se podría andar por encima.

Bonitas excursiones a pie por las montañas Fagaras, donde se halla el pico mas alto de Rumania, el Moldoveanu. Desde el lago de Bilea, se pueden hacer excursiones de tres a siete días, los refugios de la zona son acogedores y grandes.

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